Pon el agua a hervir
Para calentar el agua puedes utilizar un hervidor o un cazo. Intenta evitar el microondas porque no calienta el agua de manera uniforme y es más difícil de controlar la temperatura. Cada tipo de té tiene su temperatura ideal que va desde los 70 ºC en por ejemplo tés verdes, hasta los 100 ºC en un té negro o infusiones, por lo tanto, es necesario utilizar un termómetro para conocer la temperatura del agua y adaptarla con exactitud al tipo de té que vas a preparar
- La temperatura del agua influye mucho en el sabor del té, si la mides bien, te saldrá una taza de té riquísima. Si te pasas con la temperatura corres el riesgo de quemar la hoja de té y generar un sabor amargo, y si no alcanza la temperatura ideal, el té no va a desprender todo su sabor y aroma.
- Si no tienes un termómetro, puedes utilizar el método tradicional de hervir y esperar unos minutos según la temperatura que busques.